El clima psicológico favorable al cambio terapéutico necesita cinco condiciones de base, dos conciernen al paciente y los otros tres al terapeuta.
personal
En primer lugar, es necesario que vosotros, como paciente, toméis conciencia de vuestro mal estar y del deseo de resolverlo, sin miedo a enfrentaros a vosotros mismos.
Seguidamente, es necesario que el terapeuta, en relación à vosotros, actué de manera unificada, integra y congruente. Debe ser exactamente lo que es y no una fachada, rol o pretensión.
La tercera condición es una actitud de aceptación y de apreciación positiva por parte del terapeuta hacia vosotros, sin posesión ni gratificación personal. Os acepta y os presta atención como persona con sentimientos y experiencias propios, con motivaciones personales.
Seguidamente, es necesario que el terapeuta tenga empatia por vuestra realidad interior. Sienta vuestras cóleras, vuestros miedos y vuestras confusiones como si fueran las suyas, sin que su propia colera, miedo o confusion se mezclen en ello.
En ultimo lugar, para que la terapia funcione, es indispensable que percibáis la aceptación, la comprensión y la congruencia manifestadas por el terapeuta. No es suficiente que estas condiciones se den, sino que han de ser comunicadas con éxito.